Perdonar... ¿Por ti o por quién?

A lo largo de nuestras vidas, tendemos a decepcionarnos por esperar siempre "algo" del entorno de personas que nos rodean... te has preguntado alguna vez ¿por qué?

Si sientes que alguien te ha fallado, estudia las razones del por qué lo hizo, con los argumentos bien puestos para poder ver claramente la realidad. 
¿Es usted capaz de colocarse en el zapato de otro?

No se trata de justificar errores, simplemente se trata de comprender, así tu corazón no lo entienda, así tu razón se llene de orgullo, así sientas que vas en contra de ti mismo, querido lector, mi consejo de hoy es... PERDONA.

Ayer un profesor nos decía en su clase una frase que va así: "Nosotros no somos seres materiales, somos seres espirituales... Lo que quiere decir que a nosotros solo nos van a llenar realmente las cosas espirituales, esas cosas que nos llenan el alma y que tienen valor, y no precio." ¿No creen ustedes que es así? ¿No les llena más que nada en el mundo un abrazo fuerte de esa persona que tanto queremos?

Siempre conocemos personas que se hacen parte de nuestras vidas y a los cuales llegamos a querer con todo nuestro corazón.
Como todo ser humano, esas personas siempre estarán llenas de imperfecciones... y en esa búsqueda espiritual de crecimiento, vamos en constantes caídas y levantadas como bien dice el dicho, para aprender es probable que tengamos que caer, y muchas veces. 

Que una persona, en esa búsqueda de crecimiento cometió algún error que simplemente no planificó (ningún error es planificado), detente un momento y dentro del dolor que eso haya provocado, escucha, escucha bien, es probable que la misma estimación que le tengas a esa persona sea recíproca. No cierres las entradas de tu alma y antes de cualquier otra reacción, PERDONA.

Perdona por ti, porque fue a ti a quien ocasionaron ese daño que crees que es irreparable, perdona porque tu corazón necesita sanar esa herida, no la dejes abierta, no la toques, no la molestes, deja que el tiempo se encargue de sanar todo dentro de ti y sigue adelante. No le cierres las puertas a esa persona que se equivocó, probablemente no quería hacerlo. Dale la oportunidad a la misma medida de ese cariño y estimación que le sientes y continúa. 

Supera el pasado, pero no lo olvides, agarra impulso desde él y parte hacia un futuro mejor, en donde puedas decir con todas las fuerzas: "Yo no haré ... (o haré)... porque aprendí de mi pasado."

Recuerda que el rencor es como el veneno, va destruyendo poco a poco al mismo envase que lo contiene. ¿Por qué prefieres centrarte en las cosas que te lastiman y no en las cosas qué te hacen feliz? o es que acaso, ¿No quieres ser feliz?

Los actos premeditados y mal intencionados también son dignos de perdón, ¿por qué? porque es probable que esa persona que va por el mundo haciendo daño a todo su alrededor tenga un final fatal, ya que como seres espirituales que somos, no existe daño más potente que ese en el que ningún material lo va a reparar (como a nada). Regalale tu perdón y todo daño dentro de ti va a sanar, continúa tu vida con el aprendizaje de lo ocasionado y evita en lo profundo estar cerca de esas personas (sal corriendo).

He leído en muchas oportunidades de que sí nos acostumbramos a perdonar, las personas se acostumbran a lastimarnos. Eso es falso, la dignidad no se negocia. Si una misma persona comete el mismo error una y otra vez, y una y otra vez tu perdonas, en ese caso, solo estarías aprendiendo tú. Debes dejar que esa persona también aprenda, y sí esa persona no tiene las intenciones de hacerlo, ni de valorar tu perdón, es hora de partir a otro lado en donde si consigas las mismas intenciones que tu das.

Al perdonar a tu prójimo te estás perdonando a ti mismo por haber esperado la perfección en un mundo imperfecto. Se más humano y tendrás más humanidad.

Perdona y serás perdonado. Supera, continúa y atrae a tu vida a través de tu mente todo lo que te mereces: ¡lo mejor! 

No importa lo que haya pasado, un sentimiento de generosidad para contigo mismo, vale más que cualquier sentimiento de rencor. Por ti, por nadie más.


Sonríe y se feliz.
Michelle.

Comentarios

Entradas populares